viernes, 24 de agosto de 2012

¿Han muerto las postales?


Las postales, otrora todo un símbolo de los viajeros, el recuerdo perfecto para amigos y familias. Su destino perfecto solían ser las puertas de las neveras, murales en dormitorios o similares. Suelen aparecer monumentos de lejanos destinos, iconos del lugar que visitamos, imágenes impactantes de vistas generales,...


La costumbre de escribir a mano notas, cartas, postales,... se va perdiendo con el paso del tiempo y el avance de las tecnologías, sin embargo, este mismo hecho le otorga un toque aún más romántico si cabe. Pese a que hay muchas que nunca enviaron una postal, el encanto y la magia de este gesto sigue vivo. La pregunta es, ¿perdurará en el tiempo?

Ventajas e inconvenientes

Las postales nos dejan, a parte de la imagen que las forma, el espacio perfecto para hacer una breve descripción, contar algo, pero sin excedernos ni quedarnos muy cortos. Un mensaje breve pero directo y conciso, sin olvidar que todo es muchísimo más personal que si mandamos los recuerdos a través de las redes sociales tipo Facebook o Twitter.

Además, una vez recibidas, son perfectas para ir directas al muro del destinatario. Por tanto, aparte del detalle de enviar un recuerdo, son una buena forma decorativa.

Pero, ¿qué os parece a vosotros? ¿Soléis enviar postales?

Fotos: DominusVobiscum


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