martes, 23 de marzo de 2010

Milán: la ciudad donde confluyen el pasado y el futuro


Milán es una ciudad de contrastes, donde podemos percibir la pura esencia del clasicismo italiano justo antes de mirar al Pirellone, un rascacielos construido a finales de los años 50’.


Paseando por sus calles y plazas nos encontramos continuamente trazos de su compleja historia, podemos decir que esta ciudad ha pasado por muchas manos. Desde los celtas o el Imperio Romano, a ostrogodos, bizantinos,… ha estado bajo el mandato de la Corona de Aragón, Austria, Francia en época napoleónica,… lo que hace que la complejidad y el contraste sean parte intrínseca de la misma.


Es una ciudad realmente interesante, ya la visité hace algún tiempo por primera vez y no me arrepiento, tan fácil como conseguir unos vuelos baratos a Milán, que en este caso probablemente nos lleven al aeropuerto de la vecina Bérgamo.


La verdad es que la región Lombarda en si merece la pena, además de los característicos lagos, cada cual más impresionante. Ayuda bastante a su visita la buena red ferroviaria que conecta los distintos puntos de interés.


Volviendo a la capital lombarda, la capital moral e industrial como la llaman, combina lo nuevo con lo clásico, y es aquí donde no podemos dejar pasar la oportunidad de conocer la galería Vittorio Emenuele, la Academia Brera, la basílica de San Ambrosio (modelo de la arquitectura en Lombardía), el Palacio Real,…


Sin olvidarnos de lo más obvio y actual, la moda milanesa. No podemos dejar pasar que hablamos de un de las ciudades más ricas del país, con lo que la alta costura, entre tradición y dinero, se asienta y vive a gusto en este entorno.


Pero eso sí, no podemos tener un vuelo a Italia, a cualquiera de los aeropuertos milaneses (incluyendo Bérgamo, que me gustan las low cost…) y no visitar el “Castillo Sforzesco” o la Catedral. Ambos son reflejo de la historia o el por qué del Milán de hoy. Además claro está de la presencia de Leonardo Da Vinci con su última cena en la Iglesia de Santa María de las Gracias, paradas obligatorias que no debemos evitar.

jueves, 11 de marzo de 2010

Madrid, la nueva capital


La capital de las dos castillas, como era conocida en otros tiempos, es a día de hoy una ciudad moderna, que mira a Europa. No podemos olvidar que su capitalidad es relativamente nueva, más reciente aún su posición respecto a las capitales europeas, pues no fue más que una región cortesana cuando otras, caso de París, Londres,… ya tenían su posición en la historia. ¿Se podría hablar entonces de una importancia forzada? La respuesta es aún más ambigua, sí y no. No podemos olvidar su estratégica posición geográfica en la península.


Madrid es una ciudad que vive acelerada, algo que el visitante va a percibir nada más aterrizar. Lo mejor para nuestros desplazamientos es el metro, para lo que nos va a resultar imprescindible un mapa gratuito que podemos conseguir en cualquier punto de información.

Será el momento de disfrutar de una paseo por algunos de los barrios más emblemáticos de la capital, el barrio de Lavapiés, siempre lleno de vida, uno de los barrios más multiculturales e interesantes de la ciudad. De aquí podemos ir a La Latina, a la zona de bares de Malasaña,…


Se puede decir que conseguir unos vuelos baratos a Madrid es cosa relativamente fácil, en muchos casos, si llegamos desde el extranjero, puede ser una parada interesante de cara a continuar nuestro viaje, pues también es el punto donde confluyen las redes de transporte en España. Podríamos decir que desde Madrid estamos a la misma distancia prácticamente de cualquier punto de la península. Tampoco debe ser muy complicado encontrar unos hoteles baratos en Madrid, obviamente nunca podemos olvidar la temporada en la que estemos viajando.


Es interesante pasar al menos una noche en esta ciudad, y si se es un apasionado del arte, el Museo del Prado va a satisfacer las necesidades pictóricas del visitante. De aquí podremos ir a dar un paseo por El Retiro, el parque más simbólico de la ciudad, en torno al cual podemos descubrir algunos de los edificios más curiosos de la capital, de estilos muy dispares, en algunos casos construidos bajo estilo parisino,… Como curiosidad, aquí se encuentra la “Fuente del Ángel Caído” que se levanta (exactamente) 666 metros sobre el nivel del mar de Alicante.