Todos conocemos la afición y estrategia de Ryanair por aparecer en todos los medios por sus peculiares historias, toda una estrategia de marketing de lo más económica, al menos por ahora. Lo único que buscan es publicidad, sea buena o mala, eso es lo de menos.
Pero la cuestión es, ¿qué han hecho esta vez? En realidad un poco lo de siempre, pero aquí os lo desglosamos: un vuelo que debía de partir desde Santander hacia Málaga, pero un fallo antes del despegue hizo que los pasajeros tuvieran que estar 45 minutos en la nave esperando sin recibir explicaciones. Esto provocó un motín entre el pasaje, quienes exigían una explicación a los hechos. Finalmente tuvo que llegar la Guardia Civil para calmar los ánimos y hacer que los empleados de la irlandesa dijeran algo.
Finalmente el problema se subsanó y el avión despegó... pero no, no era el fin de la odisea, de pronto el mismo fallo aparece y el piloto decide volver...
Nervios a bordo
Lo cierto es que los 136 pasajeros estaban que clamaban al cielo por la negativa a la información, lo que como vimos anteriormente solo tuvo una solución con la presencia de los agentes. Pero cuando el piloto decide volver por el problema con el tranpondedor (sistema de comunicaciones con tierra), la historia empieza de nuevo.
Es entonces cuando Ryanair se niega a darles una solución antes del día siguiente, a las 11:15, y pos supuesto, no reconoce su obligación legal de dar cobertura y asumir los gastos derivados de su cancelación.
Como era de esperar, esto ha supuesto una marea de denuncias y demandas que a buen seguro llegarán a buen puerto, la ley esta de parte de los viajeros.
Y vosotros, ¿habéis viajado con la irlandesa? ¿habéis tenido algún problema?
