Cuando el invierno viene cargado de
nieve, las vacaciones familiares miran en muchas ocasiones en esa
dirección. Es activo para los niños y padres por igual, al tiempo
que divierte a todos. Aunque este tipo de viajes no están exentos de
un cierto riesgo, algo que ciertos hechos recientes pueden comprobar.
Se trata del caso de una joven que
esquiando en el Tirol se salió de pista y se estrelló con un árbol,
un accidente relativamente común. La diferencia es que si las
salidas suelen acabar con un revolcón en la nieve, en este caso no
fue así. Esto nos muestra como esta opción es buena siempre que se
tomen ciertas medidas, una forma de evitar en la medida de lo posible
incidentes desagradables.
En lo que llevamos de temporada, han
habido unas 25 muertes por accidentes, ataques cardíacos y demás.
De media, en cada estación reportan unos 40 muertos, aunque varía
en función de las condiciones de esquí. La media aumenta en el caso
de los snowboarders.
Esquiando seguros
- Lo primero, asegurarnos que los niños usan el casco. Cierto es que los accidentes extraños ocurren y que no es un seguro al 100%, pero sí que puede prevenir en muchos casos.
- Intentar que las pistas que se usen se ajusten a las capacidades de los hijos. Es más sencillo mejorar en una pista dentro de las posibilidades que en un que esté muy por encima. Más velocidad implica más opciones de perder el control.
- Si los hijos quieren hacer trucos en la nieve, asegúrese de que van bien protegidos.
Y vosotros, ¿cómo organizáis las
vacaciones si son de esquí?
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