Cada destino tiene sus peculiaridades
en todos los sentidos, por tanto, esto también conlleva matices
diferenciales en cuanto a los souvenirs. En Londres, por ejemplo, en
la Candem Town se puede encontrar una amplia colección de baratijas
made in China, todo al mismo precio.
Hay muchos viajeros que solo quieren
los recuerdos, dejando de lado la posibilidad de realizar este tipo
de compras. Sin embargo, para otros es casi una necesidad. Y es en
este punto en el que nos vamos a centrar, veamos algunas formas para
intentar conseguir el souvenir perfecto.
Investiga con antelación
Antes de partir al viaje, podemos
intentar investigar un poco cuales son los productos o artesanías de
un lugar. Por ejemplo, el vodka en Rusia, el “paprika” en
Hungría, el té en Inglaterra, textiles en Ecuador, arte indígena
en Ghana,...
Conoce las normas de exportación
Te sorprendería saber las muchas
tiendas que venden productos de recuerdo que no se pueden sacar de
sus fronteras. En EEUU, los huevos Kinder son ilegales e incluso te
pueden detener si intentas cruzar con ellos desde Canadá. En muchos
países es ilegal salir del país con conchas, arena o fragmentos de
coral, además de huesos, dientes de tiburón, carne o semillas,
entre otros.
Aléjate de las tiendas de turistas
La mayor parte de los recuerdos que
encontramos en las tiendas se fabrican en Asia, por lo general en
China, y desde luego no son en absoluto auténticos. Busca en los
mercados locales y sumérgete un poco hasta encontrar el recuerdo que
buscas.
Compra algo útil
Opciones hay muchas, desde calcetines
de lana hechos a mano en Bolivia a una tetera en el Reino Unido,...
algo mucho más útil que una mala réplica del Castillo de Praga...
Pero, y vosotros, ¿qué soléis
comprar como souvenirs?
Fotos: Alaskan Dude, james.
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