miércoles, 28 de abril de 2010

Sintra, toda la naturaleza salvaje de Escocia y el verdor del sur de Francia

Así definía Lord Byron a la ciudad de Sintra, perfecta combinación de legado histórico y entorno natural. Clasificada con Patrimonio de la Humanidad en el 95’, nos ofrece un sin fin de palacios y castillos que nos hacen sentir como en un cuento. El hecho de que los paseos sean constantes subidas y bajadas debidas al desnivel se ven compensados por el aire que se respira, limpio y puro, en gran parte debido a la abundante y frondosa naturaleza.

Los palacios son elementos de los que más nos llaman la atención. Estos son el Palacio de Peña (casi irreal), el Palacio de Regaleira y su pozo iniciático, lleno de leyendas y misticismo, pues se dice representa los círculos del infierno de La Divina Comedia de Dante, sin olvidarnos del Palacio de Queluz, el de Monserrate y el de Seteais.
Como se imaginará el lector, la sensación de pasear por otra época es una constante en esta ciudad que se levanta en el imponente macizo verde frente al océano Atlántico, siempre desafiante.
Por si esto fuera poco, el legado no se queda ahí. Entre otros elementos, sobresale por encima de los demás el Castillo de los Mouros, un antiguo fortín musulmán. Si todo esto lo unimos a la arquitectura típica de las casas casi normales, o al menos no palacios, aunque algunas sí palacetes, nos encontramos con un cóctel de belleza, historia y naturaleza que nos harán soñar.

Quizás el más encantador de Europa en todos los aspectos; contiene bellezas de todas clases, naturales y artificiales: Hay palacios y jardines que se alzan en medio de rocas, cataratas y precipicios; conventos en lo alto de formidables cimas; una vista del mar y el Tajo a lo lejos… reúne en si toda la naturaleza salvaje de Escocia y el verdor del sur de Francia.” – Lord Byron.

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