miércoles, 14 de abril de 2010

Oporto y los puentes culturales

Oporto, ciudad casi frontera entre dos vecinos y grandes desconocidos, el menos a este lado. Situada a una hora y media de Vigo, la “otra” gran capital portuguesa, ha sido tierra de numerosos pueblos. Ha estado habitada o han tenido una importante influencia ingleses, holandeses, belgas, españoles, italianos, alemanes y franceses, lo que hace que transmita sensaciones un tanto contradictorias, repleta de matices de otros tiempos que chocan en su belleza. Cuando paseamos por estas tierras sentimos un tiempo pausado que nos mece, como si nos contara un cuento sobre puentes que enlazan la historia, que conectan las culturas y abrazan la tierra de los que una vez fueron hermanos, incluso cruzan océanos otorgando la capitalidad de un reino europeo a sus huestes más allá del atlántico. Paseando por sus calles nos damos cuenta que pese a saber tan poco sobre la ciudad a orillas del río del oro somos tan parecidos que incluso sorprende. Sorprende por la calidez y amabilidad de sus habitantes, aquí sí que observamos una diferencia, son mucho más educados que nosotros, el hermano grande peninsular que siempre ejerció de frontera con esa Europa que hoy derriba fronteras es mucho más tosco, incluso grosero.

Oporto, con sus barrios declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, tan elegantes a la vez que decadentes (en el sentido más poético), sus viejas y estrechas calles, llenas de historia, de nostalgias por otro tiempo. La importancia de su puerto, pues su mismo nombre dio origen al del país, o porto, el puerto en su traducción, evolucionó hasta convertirse en Portugal. Quizás también tuvo su peso en la historia el hecho de ser un lugar de referencia cultural, económica y social.
Muchas razones para buscar unos vuelos baratos a Oporto, aunque si somos vigueses no necesitamos más que conseguir unos hoteles baratos en Oporto, la mejor manera de conocer un poco mejor a nuestros hermanos de la costa atlántica que tan olvidados tuvimos demasiado tiempo.

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