martes, 29 de septiembre de 2009

Copenhague

Copenhague, capital del Reino de Dinamarca, también fue una sorpresa. Gracias a un vuelo barato con una compañía de bajo coste, aterrizo en un laberíntico aeropuerto lleno de estatuas, descubro una ciudad sorprendente en si misma, todo perfectamente ordenado y lleno de glamour, en cierta parte me recordaba un poco a Polonia con su casas de colores en el centro.





Su símbolo, La Sirenita, decepciona a muchos por su tamaño (¿por qué se llama Sirenita sino?) La pobre estatua ha sido dañada en numerosas ocasiones, la ultima en 1998, cuando fue decapitada. Se encuentra dentro del frondoso bosque de Kastellet, donde se encuentran otras estatuas como la de Vore Faldne o el palacio de Amalienborg, residencia real de la familia danesa.






Lleno de encanto también tenemos el Nyhavn, el puerto nuevo, otra estampa característica de la ciudad, llena de bares y de vida nocturna.



Existen tres zonas donde salir de marcha, el City Center, Scala y Nørrebro, aunque no olvides acercarte a Christiania, una auténtica comunidad alternativa e independiente en el centro de la ciudad para conocer un modo de vida diferente, aunque en principio podrías asustarte.

Dinamarca es un país frío, el jersey debe de estar presente, incluso en verano. Eso no significa que sus habitantes sean fríos, harán todo lo posible por darte una cálida bienvenida y tratarán de comunicarse contigo lo máximo posible en inglés. Para hospedarse tenemos bastantes posibilidades, una sugerencia para planificar vuestro viaje, echar un vistazo en vuestro buscador.

Copenhague, al igual que Alemania o los Países Bajos, tiene un servicio público un poco caro pero eficiente. Aquí funciona esa frase también, pero además a los daneses les encanta ir en bici a todas partes.

Por si surge algún problema, la dirección de la embajada:

Dirección: Kristianiagade, 21.-2100 Copenhague Ø.

Telef.: 35 42 47 00.Fax:35 26 30 99.

Email: emb.copenhague@mae.es