
"No todos
Todos mis viajes en el último año usando compañías de low cost.
Pero Ámsterdam además tiene muchas otras cosas que ofrecernos, su pasado judío, con la emocionante historia de la pequeña Anna Frank, encerrada en su casa durante 2 años privada de disfrutar de su libertad y adolescencia.
Lo mejor para desplazarse por la ciudad es sin duda la bicicleta. Se calcula que existen 14 millones de bicicletas en los países bajos, cuando la totalidad de habitantes del país es de 16 millones. Hay sitios en los que se pueden alquilar bicicletas normales de una sola marcha por poco más de 5 euros dejando como deposito entre 30 y 100 euros o un numero de tarjeta de crédito junto con un documento identificativos. Debido a los robos de bicicletas se recomienda usar dos candados: uno para atar la rueda delantera a un poste y otro para atar el cuerpo de la bicicleta. Si no quieres que tu bici termine así…
Los famosos ‘coffee shop’ son lugares de muchos estilos, desde acogedores cafés que podrían ser encontrados en cualquier otra ciudad europea a oscuros antros. No siguen ningún patrón de apariencia. Y si lo que se desea en comprar, simplemente hay que dirigirse al camarero, decirle que se desea comprar y el sacará una especie de caja donde tiene colocada la mercancía, con los gramos y el precio. Y sin ningún problema nos venderá la cantidad solicita, además de papel de liar, tabaco, mecheros u otros utensilios relacionados. Eso si, cuidad, llevar más de 5gramos es peligroso, ya que es la cantidad máxima que puede llevar una persona encima diaria para el consumo personal. Mas de eso se considera traficante.
Merece la pena también pasar la tarde en el Zaans Schans, un pueblecito típicamente holandés convertido en un gran museo, donde las cabras pastan con libertad y los habitantes aun se desplazan en burro y carreta.
Ámsterdam y los Países Bajos en general es un país precioso lleno de flores, además de ser muy liso. Ámsterdam cuenta con 165 canales, muchos más que Venecia y sus calles nos ofrecen postales espectaculares. No dejéis de visitarla, hay más de 100 compañías ofreciendo vuelos baratos a Ámsterdam hacia allá con 200 rutas diarias. El aeropuerto de Schiphol es considerado el 4º mejor de Europa. Y debido a la alta ocupación hotelera es recomendable reservar hotel con mucha antelación.
Copenhague, capital del Reino de Dinamarca, también fue una sorpresa. Gracias a un vuelo barato con una compañía de bajo coste, aterrizo en un laberíntico aeropuerto lleno de estatuas, descubro una ciudad sorprendente en si misma, todo perfectamente ordenado y lleno de glamour, en cierta parte me recordaba un poco a Polonia con su casas de colores en el centro.
Su símbolo, La Sirenita, decepciona a muchos por su tamaño (¿por qué se llama Sirenita sino?) La pobre estatua ha sido dañada en numerosas ocasiones, la ultima en 1998, cuando fue decapitada. Se encuentra dentro del frondoso bosque de Kastellet, donde se encuentran otras estatuas como la de Vore Faldne o el palacio de Amalienborg, residencia real de la familia danesa.
Lleno de encanto también tenemos el Nyhavn, el puerto nuevo, otra estampa característica de la ciudad, llena de bares y de vida nocturna.
Existen tres zonas donde salir de marcha, el City Center, Scala y Nørrebro, aunque no olvides acercarte a Christiania, una auténtica comunidad alternativa e independiente en el centro de la ciudad para conocer un modo de vida diferente, aunque en principio podrías asustarte.
Dinamarca es un país frío, el jersey debe de estar presente, incluso en verano. Eso no significa que sus habitantes sean fríos, harán todo lo posible por darte una cálida bienvenida y tratarán de comunicarse contigo lo máximo posible en inglés. Para hospedarse tenemos bastantes posibilidades, una sugerencia para planificar vuestro viaje, echar un vistazo en vuestro buscador.
Copenhague, al igual que Alemania o los Países Bajos, tiene un servicio público un poco caro pero eficiente. Aquí funciona esa frase también, pero además a los daneses les encanta ir en bici a todas partes.
Por si surge algún problema, la dirección de la embajada:
Dirección: Kristianiagade, 21.-2100 Copenhague Ø.
Telef.: 35 42 47 00.Fax:35 26 30 99.
Email: emb.copenhague@mae.es
Murcia se encuentra situada en la costa del mediterráneo. Una de las pocas comunidades españolas con tan solo una provincia. Murcia ciudad en si no tiene nada especial, es una ciudad sencilla y apacible, donde la vida gira alrededor de la catedral y sus bares siempre llenos de gente, ya sea verano o invierno (aunque el invierno propiamente dicho no exista en España).
Cerca de Murcia, pero ya en la provincia de Almería ( perteneciente a Andalucía), se haya un pueblo que es una auténtica joya. Mojácar de Almería. Kilómetros y kilómetros de playas coronados por el pueblecito de Mojácar situado sobre una colina. Mojácar está llena de color, de un color blanco, pero con diferentes tonalidades, balconcitos llenos de geranios y de cerámica a gusto de la ama de casa, desde su castillo podíamos observar el mar, subidas a la montaña, y la claridad de sus aguas.
Mojácar está lleno de vida en verano, cuando numerosos turistas disfrutan de sus aguas y de sus discotecas durante toda la noche. Pero también puedes encontrar paz y tranquilidad en invierno, ya que la Costa de Almería no está tan saturada como otros sitios.
La verdad es que fui afortunada en Portugal! Conseguí encontrar un vuelo barato a Porto por solo 5 eurillos como este!!
Ya había estado antes en Oporto por dos días. Encontré una ganga de vuelo ida y vuelta solo por 26 euros (echarle un ojo a la pagina de antes que es buena, si los reservas con antelación te salen por nada y menos).
Una de las cosas más suculentas que podéis probar en Portugal son los ‘Pastel de nata’, una especie de tartaleta rellenas de una crema con sabor de vainilla y canela en lo alto……
También tuve problemas para encontrar alojamiento el primer día. Rápidamente tuvimos que echar mano de Internet para encontrar hoteles baratos en Portugal. Nos quedamos dos nochecitas en el hotel.
¿Y que decir de Oporto y de su vino? Pasear por las orillas del Duero es un lujo y una bendición para los ojos. Casitas de todas las formas y colores, gente amable, sonriente…
Los menús del día costaban entre 3 y 5€ e incluían la bebida, que podía ser vino de la casa, el pan y el café. Todo muy natural, muchos potajes y platos de olla.
Y no dejéis de probar las ‘Francesinhas, una especie de sándwich caliente recubierto de queso…………
De momento hay tenéis, os dejo un par de fotos para que os recreéis la vista.