Lo último que se quiere cuando llegas
a un destino es estar demasiado cansado como para no poder disfrutar
de la llegada, si se pudiera simplemente cerrar los ojos al despegar
y dormir hasta aterrizar, todo sería mucho más fácil. Aunque
bueno, es más o menos posible, al menos relativamente...
1- Aislate del ruido
Un elemento clave a evitar, unos
auriculares con aislante de ruido o unos buenos tapones para los
oídos son las mejores opciones.
2- Buena elección de asiento
Por lo general los asientos de la parte
trasera suelen ser los más ruidosos, aunque los que más sufren las
vibraciones son los que encontramos junto a las alas. Los asientos
junto a la ventana nos evitarán mucho movimiento de personal...
3- Contención de líquidos
Desde que llegas al aeropuerto puedes
controlar la ingesta de líquidos, tan solo mantén la hidratación y
poco más.
4- Comodidad
Para descansar es importante estar
cómodo, y la ropa cumple un rol fundamental en ese punto. Si tienes,
puedes llevar también un antifaz. Igualmente, es posible que el frío
esté presente pese a ser verano, no lo olvides.
5- Arma secreta
Si todo esto no funciona, no duermas la
noche antes del viaje y, si el viaje es largo claro, caerás en el
vuelo, así llegarás descansado.
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