martes, 17 de enero de 2012

Un salto a los aeropuertos del futuro

El avance (aunque no siempre sería correcto llamarlo así...) siempre se acaba abriendo camino, al tiempo, los aeropuertos buscan adaptarse y adaptarse en los temas de seguridad. En parte realidad, pero en gran parte paranoia y obsesión que dan carta blanca para intromisiones en la privacidad de todo individuo... Pero vayamos paso a paso.

Escáner corporal

Magnifico para algunos, inútil e incluso ofensivo para otros muchos... Pero, ¿cual es el posicionamiento de la opinión pública? Pues por un lado se habla de las garantías ante quienes pueden pretender llevar armas y demás elementos peligrosos, por otro, un ataque real y directo a la salud y la privacidad. Y si en el primer punto todos están más o menos de acuerdo, en el segundo hay una gran división, sobre todo a nivel geopolítico: a un lado, los estadounidenses, al otro, los europeos.

El Viejo Continente es (o ha sido...) un férreo defensor de la privacidad individual, sin embargo, en EEUU las preocupaciones son otras, sean reales o prácticas o no. Pero lo más difícil, ¿donde está el punto de encuentro?

El polígrafo

¿Pura ciencia ficción? No, de hecho pronto podría convertirse en una realidad para los viajeros. La Universidad de Bradford, Reino Unido, y la IATA parece que están desarrollando proyectos serios en esta dirección, estando los segundos muy interesados en este tema. Aunque conseguir una “máquina de la verdad” que ofrezca garantías no es tarea sencilla, sin olvidar el tema de la credibilidad de los cuerpos de seguridad ante los pasajeros...

Pero, ¿cómo funciona? Muy sencillo, al igual que en las películas de detectives, los miembros de seguridad harán una serie de preguntas a los viajeros, quienes serán sometidos a escáneres térmicos capaces de averiguar la verdad, o al menos en teoría... Se basa en la actividad cerebral cuando alguien se inventa una mentira, lo cual provoca cambios de temperatura en ojos y labios.

Y la verdad es que en este punto la opinión pública está igualmente dividida, cada uno expone sus argumentos pero no hay una tendencia clara.

Y vosotros, ¿qué pensáis?

No hay comentarios:

Publicar un comentario