miércoles, 7 de julio de 2010

París, mucho más cerca de Egipto de lo que nunca pensamos

París, ciudad icono del amor, lo romántico. Algo que si bien puede ser cierto, no deja de ser un tópico. Pero, ¿por qué decimos esto? Muy simple, una ciudad como esta va mucho más allá de los clichés más extendidos. No solo es un lugar de parejas mirándose como si nunca lo hubieran hecho antes, tampoco es simplemente el museo del Louvre (aunque su visita es casi obligada) o la famosa pero no por eso llamativa Defense (centro de negocios que inexplicablemente ha tomado una fama un tanto desproporcionada).
La ciudad está llena de recovecos, de parques y de leyendas. En este último apartado nos encontramos con una extensa lista de mitos, algunos con una base más o menos real, otros sin fundamento alguno a parte del imaginario colectivo.
Desde las historias en torno a Notre Dame a las catacumbas, pasando por la adoración a Isis. Y efectivamente, la adoración a la divinidad egipcia es uno de esos casos que tiene una base real. De hecho el nombre de París proviene de un pueblo llamado pariisi, y este parece significar algo así como los que adoran a Isis. Uno de los factores que consolidan esta teoría es una estatua conocida como el ídolo de Saint Germaine de Pres, localidad en la que se encontró. Este “ídolo” es una clara representación de la divinidad egipcia.
Esto es solo una pequeña muestra de todo lo que podemos descubrir si nos decidimos por visitar esta ciudad, tan llena de tópicos como de originalidad. Tan solo necesitamos conseguir llegar a ella, si a posteriori queremos (o podemos) continuar el viaje encontrar vuelos desde París no será un problema.

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